Dejando el humo atrás: Disfrutando de un día vacacional
La mayoría de las obras en esta exposición datan de la época dorada de los afiches creados para London Passenger Transport Board (la Junta de Transporte de Pasajeros de Londres), entre aproximadamente las décadas de 1920 y 1930, cuando se encomendarían obras a un gran número de artistas de diseño gráfico para el London Underground o metro de Londres (coloquialmente conocido como «the Tube») y su variada red de líneas interconectadas de tranvías y autobuses. Frank Pick, director general de la Junta de Transporte, se encargó de delinear un enfoque de diseño industrial uniforme para la red de transportes, así como de comisionar diseños para los edificios y vehículos ferroviarios y para el diseño de afiches sorprendentemente modernos. En esta era de la posguerra mundial, el concepto predominante de las campañas publicitarias de afiches era incentivar viajes fuera de la hora pico con atractivos diseños provocativos, para incrementar las ganancias de la infrautilizada red de transporte más amplia, ya que no se había alcanzado el beneficio objetivo previsto.
La mayoría de estos afiches no publicitaban las líneas del tren específicamente, sino que evocaban imágenes de destinos campestres y otros impecables destinos idóneos para las excursiones de fin de semana, como casas de campo históricas y playas o eventos deportivos como las regatas de remo, todos ubicados en las paradas más apartadas del tren. En aquella época, este tipo de publicidad aspiracional era poco frecuente, pero tanto entusiastas como la crítica de las campañas publicitarias de afiches las calificaron de eficaz propaganda.
Al presentar una variedad de destinos, estas campañas también ponían de relieve la expansión de la red de transportes. Aunque era habital pensar en el Tube como un sistema ferroviario urbano, en 1910 ya tenía ramas que llegaban hasta los campos verdes de Wimbledon y la ribera de Richmond, gracias a la línea District de 97 km de longitud; hasta el bucólico Buckinghamshire, gracias la línea Metropolitan de 68 km de longitud; y a través de la vasta extensión de Hampstead Heath hasta llegar a los suburbios de Hertfordshire, gracias a la línea Northern de 58 km de longitud. En comparación, la línea más larga del metro de Nueva York es la línea A, de 50 km, que no fue inaugurada hasta 1932.
En el diseño de estos afiches de vivos colores a menudo se yuxtaponía la intrínseca atmósfera gris del centro de Londres con imágenes de lugares vibrantes ubicados a un corto trayecto de la ciudad en metro. Esta realidad tenía su lado verídico: antes de que se ratificara la Ley de Aire Limpio en 1956, que estipulaba que en la ciudad solo se podían quemar combustibles sin humo, a Londres se la conocía como «The Smoke» (El Humo) debido a la legendaria niebla tóxica que se cernía sobre ella como un manto pútrido. Irónicamente, uno de los afiches más famosos del metro —Power (1931) de Edward McKnight Kauffer— muestra la central eléctrica de Lots Road, principal abastecedora del metro, eructando orgullosamente oscuras nubes debido a las 700 toneladas de carbón que allí se quemaban a diario.
Salvo que se indique lo contrario, todos los afiches de esta exposición son cortesía de la Fundación Hall Art.
Siempre que es posible, Poster House reutiliza materiales de exposiciones anteriores para impulsar prácticas de sostenibilidad.
Guías con letra grande están disponibles en atención al público.
No se permiten bebidas más allá de este punto.