Impresiones de Puerto Rico: Los carteles de Lorenzo Homar
Lorenzo Homar fue pionero del grabado y del estampado gráfico, el diseño de carteles, la caligrafía, la pintura, la ilustración, la caricatura y diseño del vestuario, joyas y escenografía teatral. Activo entre las décadas de 1950 y 1990, su impacto e influencia como maestro del diseño de carteles y artes gráficas en América Latina no tiene parangón. Tras las primeras elecciones democráticas en Puerto Rico, Homar ocupó cargos en diversas entidades culturales bajo gestión del Gobierno para promover el teatro, la literatura, los deportes, la música, la danza y las artes locales. Su obra refleja la compleja historia de la isla que abarca elementos de las culturas taína, española y africana, así como las crecientes tensiones entre la tradición y la modernidad. Su influencia es tan extensa que hoy se le conoce como el padre del cartel puertorriqueño.
Puerto Rico fue una colonia española desde finales del siglo XV. Aunque hubo varios intentos por la independencia a lo largo de los siglos subsecuentes, la negociación formal con el parlamento español sobre el ideal de un gobierno autonómico para la isla no ocurriría hasta finales de la década de 1880. La elección en 1898 del gobernador Luis Muñoz Rivera hizo posible que se estableciera una Asamblea Legislativa, sin embargo, el estallido de la guerra hispano-estadounidense paralizaría los esfuerzos hacia la independencia puertorriqueña. El 10 de diciembre de aquel año, España se vio obligada a conceder la independencia a Cuba y ceder Puerto Rico y Guam a los Estados Unidos, convirtiéndolos en territorios estadounidenses no incorporados.
Estados Unidos comprendía muy poco de la cultura, historia y valores puertorriqueños, e intentó «americanizar» la isla mediante una serie de políticas opresivas, como la de imponer el inglés como su lengua oficial. Frente a estos esfuerzos y su búsqueda por la independencia, varios grupos nacionalistas emergieron en la isla y fundaron el Partido Nacionalista en 1922. La década de los 1930 fue un periodo de gran tumulto y rebelión contra la ocupación estadounidense, en el que tuvieron lugar huelgas multitudinarias de trabajadores de caña de azúcar en 1934, el asesinato de cuatro nacionalistas durante la masacre de Río Piedras al año siguiente y el asesinato político del jefe de policía Francis E. Riggs en 1936. Destacadas figuras de renombre y nacionalistas como Pedro Albizu Campos, poetas como Clemente Soto Vélez y Juan Antonio Corretjer, entre otras personalidades, fueron detenidas y condenadas por sedición. Esta complicada situación política no hizo más que polarizarse en 1938, cuando Luis Muñoz Marín fundó el Partido Popular Democrático (PPD), favoreciendo abiertamente reformas dentro del sistema colonialista. Muñoz Marín se convertiría en 1948 en el primer gobernador de Puerto Rico por elección democrática.
Inspirado por las políticas del New Deal instauradas por el presidente Roosevelt en los Estados Unidos durante la década de 1930, Muñoz Marín implementó la Operación Manos a la Obra (Operation Bootstrap, en inglés) en 1947, una serie de reformas socioeconómicas destinadas a transformar Puerto Rico de una sociedad agraria a una industrial. El Gobierno de Muñoz Marín impulsaría grandes reformas políticas, económicas y sociales a lo que, simultáneamente, intensificaba la represión del ahínco independentista. El 30 de octubre de 1950 surgieron levantamientos nacionalistas en las ciudades de San Juan, Ponce, Mayagüez, Arecibo, Naranjito, Jayuya y Utuado que el ejército estadounidense, la Guardia Nacional puertorriqueña y la policía insular reprimieron inmediatamente. En 1952, las reformas del gobierno fueron ampliadas para incluir la Operación Serenidad, la cual daba prioridad a brindar oportunidades culturales internacionales a la isla, así como celebrar los logros artísticos de Puerto Rico. Este ambiente de tensión, posibles cambios sociales y culturales, así como el clamor por la independencia fueron algunos de los factores que impulsaron a Homar a regresar a Puerto Rico de los Estados Unidos en 1950. La mayoría de sus carteles a partir de entonces fueron creados para iniciativas gubernamentales, actuando como espejo de la política puertorriqueña contemporánea y estableciéndose como uno de los diseñadores de carteles de mayor influencia de aquella época.
Todos los afiches y bocetos forman parte de la Colección Permanente de Poster House, procedentes del patrimonio de Lorenzo Homar.
Poster House reutiliza materiales de exposiciones anteriores en lo posible para impulsar prácticas sostenibles.
Guías con letra grande y la traducción al español están disponibles en atención al público y a través del código QR.
Este programa fue financiado en parte con fondos públicos del Departamento de Asuntos Culturales de la ciudad de Nueva York, en colaboración con el Consejo Municipal y el New York State Council on the Arts (NYSCA).